miércoles, 18 de junio de 2008

Ser o no ser...

Ser o no ser... He ahí el dilema.
¿Qué es mejor para el alma,
sufrir insultos de Fortuna, golpes, dardos,
o levantarse en armas contra el océano del mal,
y oponerse a él y que así cesen? Morir, dormir...
Nada más; y decir así que con un sueño
damos fin a las llagas del corazón
y a todos los males, herencia de la carne,
y decir: ven, consumación, yo te deseo.
Morir, dormir, dormir... ¡Soñar acaso! ¡Qué difícil! Pues en el sueño
de la muerte ¿qué sueños sobrevendrán
cuando despojados de ataduras mortales
encontremos la paz? He ahí la razón
por la que tan longeva llega a ser la desgracia.
¿Pues quién podrá soportar los azotes y las burlas [del mundo,
la injusticia del tirano, la afrenta del soberbio,
la angustia del amor despreciado, la espera del juicio,
la arrogancia del poderoso, y la humillación
que la virtud recibe de quien es indigno,
cuando uno mismo tiene a su alcance el descanso
en el filo desnudo del puñal? ¿Quién puede soportar
tanto? ¿Gemir tanto? ¿Llevar de la vida una carga
tan pesada? Nadie, si no fuera por ese algo tras la muerte
—ese país por descubrir, de cuyos confines
ningún viajero retorna— que confunde la voluntad
haciéndonos pacientes ante el infortunio
antes que volar hacia un mal desconocido.
La conciencia, así, hace a todos cobardes
y, así, el natural color de la resolución
se desvanece en tenues sombras del pensamiento;
y así empresas de importancia, y de gran valía,
llegan a torcer su rumbo al considerarse
para nunca volver a merecer el nombre
de la acción.

sábado, 14 de junio de 2008

La Torre Oscura.

Todos tenemos una torre, todo tenemos nuestra torre y todos sacrificamos todo para poder llegar a ella. Y cuando llegamos... la historia se repite y la perdemos, y salimos a la carga de nuevo, como si todo fue una alucinación (becouse ka is a wheel).

Espero que todo vuelva y sea lo que sea, que me haga feliz. Termine una muy buena historia y este mi homenaje a Roland, nunca dejemos de buscar nuestra torre y nunca dejemos de sacrificarnos en nuestra cruzada.

Commala-come-come, espero nunca dejar de escuchar la canción, commala-come-come.

Sin título.

Hoy volví a soñar, bah hace unos días. Volví a ver, volví a pensar, a seguir siendo. Lo mismo, siempre lo mismo (ka is wheel), duele tanto el pasado. Que lo traten a uno tan mal, que lo traten como estúpido, como un imbécil que solamente siente.

Sentir... ¿Qué siento? ¿Amor? ¿Odio? Cariño? ¿Qué mierda es esto? No entiendo y no sé. Y no saber implica mucho, implica pensar, implica hacerse la cabeza, implica mirar para atrás y ver que todo lo que estuvo, sigue estando y no se va. Y querer que se vaya y no querer que se vaya al mismo tiempo, parece la dualidad de onda/partícula lo mio, dentro de poco voy a estar rayado. Rayado de pensar, de ser, de estar y seguir así.

¿Costumbre? Probablemente, los detalles son las cosas que más importan a fin de cuentas, parecen simplemente... detalles, pero son lo que cuenta. Son las cosas que más extraño.

Qué mierda, no queda mucho más que decir, qué mierda. Pero a fin de cuentas, yo soy yo y no puedo dejar de serlo. No voy a perder lo único que me queda y no voy a ser feliz, hasta que se cierre la historia. Porque, después de todo, no esta cerrada y duele. Mucho...