martes, 19 de febrero de 2008

Números...

El año pasado cumplí 21 años. Lo loco no es cumplir 21, sino que los cumplí el dia 7, del mes 7 del año 2007.

Hace poco me puse a pensar... Encontré una relación rara con mis cumpleaños despues del año 1999. Por allá cuando yo tenía 13 años. Resulta que en el año 2000, yo cumplí 14 años el 07/07/00 (7+7=14), al año siguiente cumplí 15 el 07/07/01 (7+7+1=15) y así hasta llegar al 2007, que fue cuando me dí cuenta de esta cosa rara de los números.

No significa nada, pero es interesante saberlo.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Ausencia.

Tanto tiempo sin publicar algo... Uno pierde la inspiración y luego vuelve. Sin que la llamen, como se había ido sin que la echen.

Cambiaron tantas cosas desde la última publicación. Nuevo año, nueva vida, un nuevo mundo prácticamente. A veces es difícil acostumbrarse a caminar en un lugar conocido, pero desconocido a la vez. Uno ya estuvo en donde está ahora, y se olvida de como son las cosas. Pero luego de un tiempo empieza a caminar sin miedo a volver a tropezar con la primer piedrita que ve. Y lo hace, tropieza y se cae. Pero ya no le importa, ya nada importa. No importa si uno camina en círculos, si vuelve sobre sus pasos, si sigue adelante sin mirar atrás.

Aprender de los errores es importante, no solo para avanzar en el camino, sino seguir adelante, seguir sin importar lo que pase y luego, mirar el camino recorrido y asombrarse de que es capaz de hacerse mientras el tiempo pasa y sanan las heridas.

Y sigue, y sigue, y sigue... Caminando, sin mirar para no enceguecerse a uno mismo con tantas encrucijadas en el camino, decisiones difíciles que cambian la vida de la gente y lo cambian a uno mismo. Cambian el mundo en el que vivía, hasta llegan a cambiar las actitudes hacia situaciones en las que, dependiendo del momento en que la enfrenta, la solución no es siempre la misma.

Pero ello es difícil dejar todo atrás, mirar el pasado y revivir situaciones en las que uno decidió algo y se le ocurre una solución distinta, inaplicable a causa de la linealidad temporal en la que se vive. Y sigue rememorando el pasado, preguntándose qué hubiera sido si... Y vuelve a tropezar con la misma piedra, la que inició la primera caída, inicia la última.

Finalmente uno se da cuenta de la circularidad de la vida, que no solo la vida termina en donde empieza, sino que las mismas situaciones que lo llevaron a uno tomar una decisión se repite, solo que resolviendo el problema de otra manera, la circularidad se vuelve elíptica.